Nada.
Me voy a donde el viento no me empuje demasiado, a donde tu ego no sea tan grande que pueda conmigo y con esto. Me voy a mi cabeza, a pensar en nada y a callar las voces del silencio. Me voy a donde realmente no moleste, porque aquí hay mucho ruido ya y demasiados cuadros que pintan paisajes en los que yo ya no hago nada.
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