29 de octubre de 2012

Ni el tiempo...

Nos empeñamos en tener el control de las cosas, de las situaciones, de todo en general, cuando es algo imposible. Nunca podremos tenerlo todo bien ni, por desgracia, nos irá todo genial siempre. Tardamos años en cambiar cosas que no nos gustan y a veces no lo conseguimos del todo. También, en menor o mayor grado, se nos mete en la cabeza que la gente a la que conoces tiene que quererte o echarte de menos porque sí. Creemos que los tenemos ahí sólo por el hecho de que quizá nosotros sí estamos dispuestos a estar... pero a la hora de la verdad, ni siquiera un árbol perenne mantiene la totalidad de sus hojas. A la hora de la verdad, dos más dos no son siempre cuatro, las cosas que creías bien, no lo están siempre y a veces, ni siquiera el tiempo puede cambiarlas.

15 de octubre de 2012

Contigo.

A veces, frente a los gritos hay que hacer 'oídos sordos'. Y además, literalmente. Y cuando todo esté gris, no queda más que coger recuerdos y sonrisas y pintarlo todo de color otra vez. El otoño siempre va a llegar, nunca es verano para siempre. Ni tampoco invierno. Por eso ante las cosas malas hay que tener presente que siempre no va a brillar el sol: para que haya equilibrio tiene que haber lluvia también. Y las hojas caer, y nevar también... Lo único que no hay que olvidar es que aunque no lo veamos, el sol está ahí. Así que a veces hay que descolgar los sueños de las legañas mañaneras, y cumplirlos... Escuchar consejos, pero seguir tu propio camino sin hacer de ellos un modo de vida, ni dejar que las opiniones de los demás te afecten nunca tanto como para hundirte. Porque si alguien puede destruirte, eres tú mismo. Y si alguien te hace daño, es porque tú lo dejas... Así que jamás dejes que rompan tus metas, tus sueños, tus ilusiones... Nunca dejes que decidan por ti ni te lleven por el camino que tú no elijas. Porque si algo aprenderás mientras caminas, es que habrá quien quiera aprovecharse, quien quiera hundirte y hacerte daño... Pero nadie podrá nunca contigo...