29 de octubre de 2012

Ni el tiempo...

Nos empeñamos en tener el control de las cosas, de las situaciones, de todo en general, cuando es algo imposible. Nunca podremos tenerlo todo bien ni, por desgracia, nos irá todo genial siempre. Tardamos años en cambiar cosas que no nos gustan y a veces no lo conseguimos del todo. También, en menor o mayor grado, se nos mete en la cabeza que la gente a la que conoces tiene que quererte o echarte de menos porque sí. Creemos que los tenemos ahí sólo por el hecho de que quizá nosotros sí estamos dispuestos a estar... pero a la hora de la verdad, ni siquiera un árbol perenne mantiene la totalidad de sus hojas. A la hora de la verdad, dos más dos no son siempre cuatro, las cosas que creías bien, no lo están siempre y a veces, ni siquiera el tiempo puede cambiarlas.

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