22 de noviembre de 2011

Lógica.

Correr hasta que duela respirar. Hasta que no puedas seguir más ningún camino. Hasta que te pierdas. Y luego, continuar corriendo. Donde no puedas ver los sueños, ni tocar los sentimientos, ni oler los suspiros, ni atrapar el viento. Donde nada tenga sentido pero el sentido lo sea todo. Donde todo está quieto y calmado pero a punto de reventar. Sólo a punto. Donde la lógica es de todo, menos lógica.

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