11 de junio de 2012

Quizá.

Quizá es el calor o quizá los nervios porque todo está acabando. Quizá es el ruido demasiado atronador de las calles en hora punta, o mi propio murmullo interior lo que me hace echarte de menos así. Quizá es que hay demasiado peso en mi espalda o demasiadas gotas de sudor empañando sueños...
O quizá, simplemente, es que sigo sin resignarme y sin acostumbrarme a no ver tu cara u oír tu risa. Quizá sigo esperando que me des un caramelo cuando estoy triste... y sé que espero demasiado, porque el tictac de un mudo reloj me cuenta que es hora de entender que ya no estás...
La cuestión es comprenderlo o dejarlo pasar una vez más, guardando tu sonrisa en cada hueco de mí misma...
Y quizá hago mal, pero prefiero disfrutar con lo último, que decir adiós para siempre...

No hay comentarios: