31 de diciembre de 2011

2012.

Bueno pues otro año que se va. Y lo cierto es que qué más da, año arriba, año abajo. No me da ninguna pena despedir este 2011. Vete, lejos, fuera. Me alegro de no tener que volver a verte escrito, mirándome desde ningún papel. Me alegro de no tener que vivirte más. Porque has sido un año grandiosamente especial por todas y cada una de las personas que me has traído, que han pasado por mi vida dejando diversas huellas o que incluso aún siguen ahí. Pero también has sido horroroso. Me desearon lo mejor y creo que una de dos, o me lo desearon con pocas ganas y de mentira, o lo mejor me esquivó directamente. No quiero volver a tener fechas como el 12 de abril, el 28 de mayo, el 11 de agosto o el 3 de noviembre, las más destacadas entre otras muchas malas. Vete y menos mal que ya no vuelves. Menos mal que dentro de poco sales de mi vida para no regresar.
Y para el año que viene dentro de poquito, sólo espero que me conserve la gente tan maravillosa que hay a mi lado. Espero que disfruteis mucho. Yo lo haré como si fuera el último año, repito de nuevo, en honor a los mayas. Feliz 2012.

No hay comentarios: